miércoles, 24 de agosto de 2016

SERIAS DISCREPANCIAS

                                                     SERIAS DISCREPANCIAS

                                                        Acompaño al poeta
                                                             cuando dijo
“es mejor morirse
de dolor
que de vergüenza”
y preferible aún,
morirse
a que te maten
mejor todavía
llorar
a que te  lloren
te hagan una misa
y
 te sigan llorando
O
 te recuerden
a noventa meses
de tu muerte
y te lloren
y te olviden
al mes noventa y uno.
En realidad,
discrepo del poeta.
Preferiría
que estuvieras,
aunque a veces
hasta quisieras
morirte de vergüenza,
mas
                                                   contigo lloraríamos.

EN MIS MANOS

EN MIS MANOS

Y ni siquiera
pisaré el polvo
 de la luna
y mujeres
seguirán bailando solas
y vendrá el silencio
a buscarme
misterioso,
mas no se aflige
el corazón
en el intento
porque tengo
oquedades
en las manos
donde justo cabe

el cuerpo tuyo.

LIRIO CON EL MAR

 LIRIO CON EL MAR

 Me pregunto, a veces,
si te irías a vivir conmigo
a Melinka, por ejemplo,
para ver amanecer soles rosados,
para ver caer
la lluvia horizontal
de los inviernos,
para ver el galope del mar
al mediodía.
Me pregunto, a veces,
si te irías a vivir conmigo
a Melinka, por supuesto,
para sentir el viento sur
hasta en los huesos
y divisar para siempre,
siempre y siempre
el Melimoyu majestuoso
a la distancia,
amo y señor de todos los paisajes.
Me pregunto, a veces;
si te irías a vivir conmigo
 a Melinka, sin dudarlo,
y adivinar
como se pone el sol
al otro lado de la isla
cada tarde.
Me pregunto, a veces,
si te irías a vivir conmigo
a Melinka, sin retorno
y añorar,
si fuera el caso,
lo que quedó,
lo que no fue
o la esperanza.



PUERTO AISEN DESDE EL CIELO por PABLO


OPUS 216

OPUS 216

Vi
la nieve
al final de los caminos
y un arcoiris
cobijando mis derrotas.
Vi
la luna
asomando en Ñirehuao,
  ojo estupefacto
en medio de la noche.
Vi
al cóndor,
como una daga negra
rasgando la neblina.
Vi
un pétreo jinete,
enhiesto, coronado,
cabalgando a contraluz
y vi,
por un segundo,
todos los otoños de mi vida,
como  una postal
clavada en la pared
del firmamento
y con ustedes,
yo
y tu conmigo,
siempre.



LAS BUENAS COSTUMBRES

LAS BUENAS COSTUMBRES

Me enseñaron
la pe con la a,
las tablas de multiplicar,
el Mío Cid
en castellano antiguo,
los catetos
y la hipotenusa.
Me inculcaron
la moral, la caridad,
la disciplina, el respeto
y la libertad de decir
cualquier cosa
en cuanto no atentara
contra la ley
ni las buenas costumbres.
De eso me acuerdo,
¡claro que me acuerdo!
mientras pienso
en mi hermana,
bailando solitaria
su eterna cueca sola.


ACUARELA

ACUARELA

Si verde
es el color
de la esperanza
y
casi siempre
el azul
de los poetas,
deberíamos pintar
de amarillo
la memoria
y todo…

para que nunca más.